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lunes, 31 de agosto de 2009

Usain Bolt y Jesse Owens...


Hace unos dias Usain Bolt sorprendio al mundo con su WR de 9.58 segundos en los 100 mtrs (y en los 200, y.... etc) . El dia de su cumpleaños, el estadio entero de berlín canto el HAPPY BIRTHDAY ...



Y Jesse Owens?
En 1936, Owens viaja a Berlín, Alemania, para participar con el equipo de Estados Unidos en los Juegos Olimpicos . Adolf Hitler estaba utilizando estos juegos para mostrar al mundo una renaciente Alemania nazi. Hitler y otros miembros del gobierno tienen grandes esperanzas en que los atletas alemanes dominen los juegos con sus victorias. Mientras tanto, la propaganda nazi, promueve el concepto de la superioridad de la raza aria y muestra a los de origen africano (llamándolos bastardos de Renania) como inferiores.

Owens causa una gran sorpresa al ganar cuatro medallas de oro: el 3 de agosto en los 100 metros planos derrotando a Ralph Metcalfe; el 4 de agosto en salto de longitud, después de unos amables y útiles consejos de su rival alemán Luz Long; el 5 de agosto en 200 metros planos; finalmente, junto al equipo de relevos 4x100 metros consigue su cuarta medalla el 9 de agosto. Esta marca de cuatro medallas de oro en unas olimpiadas no fue igualada hasta 1984 por Carl Lewis.
El primer día, Hitler sólo aplaudió con las victorias de Alemania, y hay quien afirma que se negó a dar la mano a Cornelius Johnson, que era afroamericano, aunque según el portavoz de Hitler, este salió del estadio antes de lo previsto. Los directivos del comité Olímpico insisten a Hitler en que aplauda a todos los medallista o a ninguno. Hitler opta por la segunda opción y no está en las siguientes presentaciones de medallas.


Owens, en su autobiografía (The Jesse Owens Story, 1970), cuenta como posteriormente Hitler le saludó de todas maneras:

Cuando pasé, el Canciller se levantó, me saludó con la mano y yo le devolví la señal. Pienso que los reporteros tuvieron mal gusto al criticar al hombre del momento en Alemania.

Owens fue aclamado por 110.000 personas en el Estadio Olímpico de Berlín y más tarde, muchos berlineses le pedían autógrafos cuando le veían por la calle. Durante su estancia en Alemania, estaba excluido de la ciudadanía bajo la Ley de Ciudadanía del Reich del 15 de septiembre de 1935. Sin embargo, a Owens se le permitió viajar y hospedarse en los mismo hoteles que los blancos, lo cual en ese momento no dejaba de ser una ironía, ya que los afroamericanos en los EE.UU. no tenían igualdad de derechos.
Después de un parada de la bolsa de Nueva York en su honor, Owens vuelve a su trabajo de botones en el hotel Waldorf-Astoria. Más tarde contaría:

Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al Presidente.

El entonces presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Delano Roosevelt, rehusó recibir a Owens en la Casa Blanca. Roosevelt se encontraba en campaña de re-elección y temía las reacciones de los estados del Sur (notoriamente segregacionistas) en caso de rendirle honores a Owens. Este comentó más tarde que fue Rossevelt quien lo trató con brusquedad.

Después de los Juegos, tuvo muchas dificultades y pasó a ser un promotor del deporte, esencialmente un animador de espectáculos. Su autopromoción acabó eventualmente convirtiéndole en relaciones públicas en Chicago, incluyendo una larga temporada como pinchadiscos de música jazz. En 1968, Owens recibe algunas críticas por apoyar los turbulentos disturbios raciales que sucedieron en los Juegos Olímpicos de México de ese año.

Jesse Owens fue premiado con la Medalla Presidencial de la Libertad de los EE.UU. en 1976 por Gerald Ford y, a título póstumo, la Medalla de Oro del Congreso por George H. W. Bush el 28 de marzo de 1990.

En 1984, una calle de Berlín fue renombrada con su nombre, al igual que una escuela secundaria en el distrito Lichtenberg.

Owens, fumador de un paquete de tabaco diario durante 35 años, muere el 31 de marzo de 1980 con 66 años de edad debido a un cáncer de pulmón, en Tucson, Arizona. Es enterrado en el cementerio Oak Woods de Chicago.


Adolf Hitler fue acusado de no saludar a Owens en el estadio, cosa que no es cierto, lo cierto que Owens fue aclamado en Berlin, pero no fue reconocido en los EU, y hoy, Usain Bolt nos sorprende y nos recuerda que todos somos seres humanos, independientemente del color de piel.

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